Llegamos a La Habana tras un recorrido muy largo (Barcelona - Madrid, Madrid - Cancún, Cancún - Habana...) Habíamos comprado los pasajes una semana antes del comienzo de los actos, un 28 de noviembre de 2006, y, gracias a nuestro compañero Txema Hernaiz, de Amistur, la agencia de viajes especializada en turismo político del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), institución que este año ha celebrado sus primeros 50 años de historia, estábamos por fin en Cuba, agotados pero con la ilusión de aquel quién se adentra por vez primera en pos de descubrir un nuevo mundo. Nos recibió un representante del ICAP en el Aeropuerto Internacional José Martí para acompañarnos al hotel Saint John’s, en pleno del Vedado, mientras nos explicaba como el tiempo había mejorado, tras el "frío de los últimos días, a 25 grados..."
Durante los primeros 2 días de estancia en la capital cubana, pudimos asistir al Coloquio Internacional Memoria y Futuro: Cuba y Fidel, celebrado en el Palacio de Convenciones en el marco de las celebraciones del 80 cumpleaños del Comandante. El acto deparó charlas muy interesantes sobre la historia de Fidel y de su inseparable obra revolucionaria, con la participación de personalidades de la talla de Hebe de Bonafini, Ignacio Ramonet, Gerard Depardieu, Rodrigo Borja, Ricardo Alarcón y Tomás Borge, entre otros. Luego nos esperaba una cena en la Casa de la Amistad, primera casa construida en estilo art deco en 1926, obra de Juan Pedro Baró, donde todos los compañeros internacionalistas, venidos de todos los rincones del mundo, tuvimos el privilegio de escuchar al recordado presidente del ICAP, Sergio Corriere, para amenizar la velada con un gran baile y fiesta típicamente cubanas. Al día siguiente, compartíamos mesa en la Casa del Lagito, junto a un sinfín de compañeros y compañeras, entre los cuales encontramos al histórico boxeador Teófilo Stevenson, ¡con quien nos pudimos fotografiar! y también a la medallista olímpica Ana Fidelia Quirot, Tormenta del Caribe.
Llegábamos así al día 1 de diciembre visitando el Museo Nacional de Bellas Artes, con la presencia del ministro de Cultura Abel Prieto, fascinados tras disfrutar de la obra del inolvidable artista y humanista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, amigo íntimo del Fidel que descubrimos entre sus bellos retratos, en un auténtico mar de hermosas obras pictóricas. Por la tarde, rumbo al Teatro Karl Marx para clausurar los actos, con intervenciones de Daniel Ortega, Evo Morales y del hijo de Guayasamín.
El día 2 nos levantábamos de la cama ni más ni menos que a las 4 de la madrugada, en dirección a la Plaza de la Revolución. La efeméride lo valía, pues se trataba de celebrar el 50 aniversario del desembarco del Granma, con la presencia de algunos de sus héroes como Ramiro Valdés, Juan Almeida y, cómo no, Raúl Castro, quien dispensó un emotivo parlamento a la multitud, con una tribuna repleta de personalidades destacadas como el escritor colombiano Gabriel García Márquez. Todo ello para concluir con un desfile militar y ciudadano, en medio del mítico yate Granma. Y por la noche, concierto de Todas la Voces en plena Tribuna Antiimperialista, justo enfrente de la Oficina de Intereses Norteamericanos, la SINA, y en pleno corazón del Malecón habanero, con actuaciones de artistas de la talla de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Los Van Van, Daniel Viglietti, Omara Portuondo...
Los actos programados habían terminado, pero no nuestras ansias de conocer la Cuba revolucionaria, ahora desde la óptica del día a día de su gente, la que con esfuerzo y trabajo continúa hoy empeñada en construir el socialismo. ¡Dicho y hecho! con el apoyo del equipo del ICAP, y con la compañía de 2 compañeros mexicanos con los que trazamos muy buena amistad, pudimos realizar una interesantísima visita al proyecto comunitario Coloreando Mi Barrio, "la obra de mi vida, como un hijo ", en palabras del desde entonces gran amigo Jorge Jorge González, quien alrededor de 2004 tuvo el valor de poner en marcha algo que pronto sería mucho más que un taller de pintura infantil, en el barrio de San Agustín de La Lisa. Cualquier persona que visite Cuba, que guarde un rinconcito de su preciado tiempo para hacer una visita al proyecto ¡una experiencia extraordinaria!
Ahora sí, volvíamos a casa, felices de haber compartido aquellos momentos históricos en compañía de tantos amigos, y con la esperanza de podernos reencontrar. Nada de esto habría sido posible sin el apoyo de Txema Hernaiz, de Amistur, y de los compañeros del ICAP, de la Fundación Guayasamín y de todos los amigos y amigas del grupo internacionalista. Volveremos a encontrarnos para celebrar los 90 años de Fidel. Y, esta vez sí, ¡con la presencia del Comandante!
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